¡Muy felices de este nuevo trabajo recientemente publicado en TREE! (https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0169534721000252). Lo realizamos en conjunto con Santiago Zuluaga, becario doctoral del INCITAP-CONICET. El hábitat aéreo se encuentra afectado por la contaminación (lumínica, ruido y química) y fragmentado por aeronaves, molinos eólicos, drones, edificios, entre otras. En este trabajo mostramos cómo el confinamiento debido a la Pandemia del COVID-19 tuvo efectos positivos en la conservación del hábitat aéreo y las especies que dependen de este hábitat para vivir (microorganismos, insectos, arañas, murciélagos, aves). La reducción en la movilidad humana alrededor del planeta (principalmente tráfico aéreo y terrestre) y en los sistemas de producción logró este impacto positivo. A pesar de estos impactos positivos en la biodiversidad, la salud humana y la economía de muchos países alrededor del mundo han quedado devastadas y necesita recuperación. Sin embargo, la clave para una recuperación que favorezca tanto humanos como naturaleza es fundamental para evitar nuevas pandemias. Recomendamos que las medidas de recuperación consideren los cambios positivos observados en el hábitat aéreo durante la Pandemia del COVID-19, por lo cual los unimos al llamado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (@theOECD) a considerar un enfoque del tipo ‘Build Back Better’ ‘Reconstruir mejor’ en vez de regresar a lo que venimos haciendo (‘Business as Usual’).
Cabe resaltar que este trabajo surgió como una idea inicial a partir del trabajo final del curso que dictamos anualmente sobre biología de la conservación «Base y Herramientas en Biología de la Conservación» así que contentos de los resultados de los trabajos finales de este curso.
Para ver más: https://authors.elsevier.com/c/1cWMJcZ3WqeCy
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